Dentro de mi habia una tormenta donde ni siquiera podia estar sin lastimarme, todas las noches me ahogaba dentro de ella, todas las noches la tormenta recorria toda mi pierna con su fria mano hasta llegar a mi entre pierna donde ahi se detenia, no se atrevia a tocarme mas, pero ambos sabiamos que era lo que queria, todas las noches ponia su fria mano en mi cuello ejerciendo una fuerza con la cual se me dificultaba respirar, se ponia encima mio para que no me moviera, inmovilizaba mis manos para que no pudiese defenderme de ella, mordia mi cuello con tanta fuerza que dejaba su marca, todas las noches era lo mismo, ella me consumia poco a poco, muchas veces rosaba mis labios como si ella supiera que deseaba que me hiciera dano, deseaba que ella besara cada centimetro de mi cuerpo, al morderme el cuello yo soltaba esos alaridos de placer que tanto le encantaban, al hacerlo sentia que algo rosaba en mi parte intima, deseaba con todo mi ser ella me hiciera dano.