Siempre al borde de todo, un dia te amo y al otro dia seguis siendo igual a los demas.
Lo cierto es que no sos como el resto, en medio de tanta intensidad vos decidiste quedarte y aprender a quererme.
Vos fuiste victima de mi impulsividad controlada al decirte chau en la primera de cambio y en vez de dar el portazo, o quedarte mirando en el medio sin respuesta, decidiste abrir la puerta con gentileza y pasar.
Nadando contra la corriente como el salmon, con esas palabras te quedaste y en medio de todas tus ocupaciones todavia me saludas por las mananas aunque sabes que estoy durmiendo, te quedas hasta tarde peleando contra Morfeo, por el simple hecho que soy una noctambula, estas.
Buscas la forma de conocerme, te perdes en este laberinto, sonreis, y en medio de tanto caos se abre el camino.
Hay dias en que me encandilo en tus ojos de cielo despejado y brillante, en tus palabras que solo me hacen reir, en tus abrazos que me hacen sentir protegida de todo, en un refugio seguro del mundo, desarmada en esos besos que me queman y a la vez me sanan. Decidiste quedarte, enfrentar mis demonios y quitarlos uno por uno.
Otras veces me asusto, intento el autosabotaje, dejar todo antes de quererte, antes de quererte mas, me comporto como si estuviera en una guerra luchando por sobrevivir y mi enemigo mortal solo sos vos... Pero ahi estas calmado, acariciandome, haciendo que hasta la mas salvaje fiera se rinda y se vuelva una dulce mascota domestica.
Si tengo que definirte, sos ese lugar de paz para mi mundo compulsivo, sos ese templo de luz que aclara mis oscuridades.
