La sangre le corria entre las manos. El pequeno cuerpo, frio y rigido yacia entre sus brazos mientras el lloraba. El dolor le corria por las venas como la sangre ardiendole y sentia que su cabeza estaba a punto de explotarle. Todas sus emociones estaban tan juntas y tan rotas que no podia entenderlas. Su padre le puso la mano sobre el hombro, mientras el sostenia al pequeno gato muerto y lloraba desconsoladamente.
-Debes aprender lecciones en la vida, debes aprender a ser fuerte -le dijo.
Se agacho junto con el nino y le quito los cabellos de la cara. Tenia el rostro completamente rojo, los ojos llenos de miedo y dolor.
-Si no aprendes eso, no lograras nada. ?Me entendiste?
El nino asintio con delicadeza, su padre le ayudo a enterrar al gato en un lugar oculto en el jardin y le pidio que tuviera toda la discrecion del mundo especialmente con su madre. Esa noche, la magia surgio. Esa noche su destino quedo escrito en aquella piedra con la que habia roto el craneo del pobre felino, mascota de su hermano. Esa noche entendio que si queria cambiar su destino... tendria que hacerlo por el mismo.