Dicen que uno vuelve siempre donde ha sido feliz. Pero que es la felicidad verdadera y el gozo inigualable en la vida de una persona?. Es la mayor pregunta que se han preguntado Arlet y Natanael.
Te invito a conocer la historia cristiana de dos personas diferentes pero a la vez mas conocidas de lo que creen.
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Mi mirada se posa en mi acompanante quien esta inquieto en su lugar.
-Quieres pasar?-Pregunto tomando su mano.
-Si vas conmigo y no me dejas solo-dice con sus ojos comenzando se a empanar.
-NUNCA TE DEJARE NI TE ABANDONARE ASi DICE EL SENOR TU DIOS-
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-No me gusta la sangre-digo
-lose- no creo a ver escuchado lo que dijo parece entender mi expresion.
-conozco bien a la reina Esther-
Espera que ha dicho es una broma cierto.
Mis manos se detiene sobre su vendaje mi mente es un torbellino, solo habia una persona que solia decirme de esa forma.
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-No sabes servir bien un cafe mese...-
El chico no termina la frase porque levanta la vista y su ojos conectan con los mios, justo cuando nos miramos es como si ya lo conociera de toda la vida, esos ojos color verde celeste los cuales no puedo recordar de donde son tan familiares.
Pero es como si fueramos presentados por alguien, pues todo a nuestro alrededor desaparece y solo se escucha el sonido de las canciones de mi primo, como si fueramos tres nada mas en este local.
