Sad Sally (el Hogar Sin Luz) - Irene Sanz Montero

Me llamo Isabella Necker, aunque todos me llamaban Sally. Ignoro por que, y tampoco es algo que me importe ya. En realidad, ya nada tiene la mas minima importancia para mi. Hasta hace un tiempo yo estaba viva. Ahora, curiosamente, siento que la muerte es el despertar a la verdadera vida, esa en la que ya nada te duele, porque no tienes cuerpo alguno que mantener y cuidar. Lo que de verdad duele tras la muerte es el propio espiritu, los regustos amargos que se quedan incrustados en el corazon despues de haber sufrido anos y anos de tristeza, rabia, desamor, rencores, envidia, soberbia, decepciones, y mil cosas mas que no es necesario que mencione. Mientras estamos vivos, no se la razon, recopilamos sentimientos buenos y sentimientos malos. Cuando fallecemos, nada muere, unicamente el cuerpo, ese que te obligan a ver ridiculamente colocado en un ataud y pintarrajeado de manera que casi resulte irreconocible incluso para su propio dueno. No mueren los sentimientos ni mueren los recuerdos....