
El era callado, reservado, distante y, sobretodo, nunca sonreía.
Eso era lo que despertaba gran curiosidad en Miyeon, quién había estado observando durante un tiempo a este chico. Siempre se preguntaba que era lo que pasaba por su mente, que era lo que sentía, que cosas le gustaban y cuales no.
Hwang Hyunjin era todo un misterio, un misterio que ella quería resolver.