
Perdió el equilibrio cuando un aroma tan dulce se escabulló de forma audaz en sus fosas nasales, le indicaba a su alfa que aquel aroma tan delicioso y agradable provenía de un omega, lo que este no lograba comprender era el estado del susodicho, ¿En celo?, ¿Qué hacía un omega pasando su celo lejos de la protección de una manada, se estaba lanzando a los brazos de un frío desmesurado como era típico para esas fechas y peor aún, se enfrentaba a los alfas solitarios necesitados de un compañero.
En aquel mundo no cabía la cordura, los instintos animales eran todo lo que necesitaban para sobrevivir, alfas, omegas y betas coexistían en un mismo mundo donde los linajes eran la prueba de su soberanía, los apellidos más poderosos dominaban las más grandes y ricas tierras fértiles, mientras que aquello linejes que se levantaban debían doblegarse ante la imponente fuerza de los ya presentes.
Mientras su mente pensaba en los linajes y ser suficiente para cargar con el apellido del cual se le hab...